sábado, 1 de febrero de 2014

El RRR y el CAC:el mismo detrito con distinto olor

      Los jerarcas catalanes, bajo el inocente titulo de “Consejo Audiovisual de Cataluña” (CAC), intentan esconder una maquinaria atroz de censura y persecución, que es mucho más macabra que la Inquisición.

      ¿Le parece exagerado? Pues veamos. Los de la Santa Inquisición, “en nombre de Dios” perseguían a las brujas denunciadas por algún vecino que las había visto volando en una escoba y entonces... ¡a la hoguera! En cambio, los cortesanos catalanes (los ciudadanos clase A), “en nombre de la ciudadanía", persiguen a quien a ellos les estorba y punto. Pero la cosa no termina ahí. Los jerarcas catalanes, a sus bien elegidas brujas, les aplican multas que superan el millón de euros y esto es más putrefacto y nauseabundo que la censura en sí misma aunque sea difícil de aceptar, sin embargo, la explicación es bastante sencilla de ver y entender.

      La función teórica de una multa es correctora y hasta pedagógica. Una multa de UN MILLÓN DE EUROS solo puede tener una función recaudadora, muy particularmente cuando es manipulada por quienes la manipulan y por medio de un mecanismo tan grotesco como el CAC.

      El tema de las multas es toda una cuestión en sí misma que dejaré para otra ocasión, pero al menos nótese que por una cuestión ética y moral, lo recaudado por una multa, no puede quedar a disposición directa ni indirecta de quienes la aplican. La recaudación de toda y cualquier multa, debe destinarse a fines benéficos como por ejemplo, a los sin techo, a los desahuciados (machacados por los bancos que fueron recientemente salvados por la ciudadanía), a los autónomos y PYMEs (a punto de quebrar por los desmadres de los clase A), etc. En definitiva, a la ciudadanía, pero de una manera inequívocamente directa.

      La censura es algo que siempre terminó fracasando en todos los tiempos y en todos los sitios aunque dejando siempre el rastro de un tremendo reguero de sangre. La censura es la intolerancia de los intolerantes, de los déspotas, de los poderosos, de los soberbios, de los que no ven más allá de sus narices. Algo tan nefasto y antiguo como la Inquisición solo puede ser putrefacto. Algo que so pretexto de protección recauda para los que buscan venganza, solo puede ser nauseabundo.

      Lo único peor que el CAC son las RRR (Rajoy, Rey, Rubalcaba). Algunas pocas veces se ponen de acuerdo los tres y llamativamente lo hacen en los únicos casos en los que no deberían estar de acuerdo. El RRR es infinitamente más poderoso que el CAC y actúa más solapadamente, pero quien mire con detenimiento, podrá verles el plumero desde lejos. 

       Hace no mucho tiempo, a una de las erres le molestó entrañablemente el reportaje que Pedro J Ramírez le efectuó a Bárcenas en la cárcel. El diario El Mundo y Pedro J son sinónimo de los casos Filesa, los Gal, el 11-M, Urdangarín y la Infanta (entre otros). No puede ser más claro a quienes molestan tanto esos casos. Si a alguien le quedan dudas, solo debe leer las declaraciones de Pedro J del día 30 de enero (2014) relativas a su salida forzada de la dirección del diario El Mundo. Pedro J Ramírez puede gustar o no, pero tiene dos características que nadie discute: está muy bien informado y nunca calla nada.

      Si le interesa leer sobre la cuestión interna de la salida forzada de Pedro J, aquí le dejo el link. 

      
Lo de Pedro J inexorablemente recuerda el caso de Steve Jobs cuando lo echaron de Apple, su empresa, la empresa que él mismo creó. Pedro J fundó el diario El Mundo hace 25 años. Se trata de dos casos tan insólitos que sorprenden y que solo fueron posibles con tremendas presiones y maniobras de temible poder mediante.

Si le dieron una patada en el trasero a Pedro J, ¡imagine lo que pueden hacerle a usted!!!

Apple y El Mundo, Pedro J y Steve. Parecen casos idénticos, sin embargo son opuestos. Uno es ilegal, delictivo, ilicito e inmoral y el otro es normal. El caso de Apple se produjo dentro de las reglas de juego, se trató de una lucha interna. En cambio, el caso del Mundo fue fruto de la coacción ilícita y delictiva desde fuera de la empresa y desde fuera de toda y cualquier regla de juego.

      Termino aquí por hoy, recordando que Steve Job, algunos años después regresó a la presidencia de Apple...

      Todo está a la vista. Entérese. Solo hay que mirar detenidamente.

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